Diario Perfil - Sociedad | Domingo, 17 de Febrero de 2013

Crecen las consultas por jardines rodantes

   Los maltratos en el jardín Tribilín causaron temor y paranoia en todos los padres. Así, muchos salieron a reclamar que en las salas de los mismos se instalen cámaras, como informó PERFIL en su edición de ayer, mientras que otros empezaron a investigar alternativas para la educación de sus hijos. Así, los jardines rodantes (maestras jardineras o niñeras que van a domicilio) fueron una de las opciones más consultadas por aquellos que prefieren evitar los jardines maternales.
   Se trata de una propuesta pedagógica que consiste en formar pequeños grupos de chicos que quedan a cargo de una maestra jardinera, siempre en la casa de alguno de ellos. Los encuentros se organizan de acuerdo a las necesidades de las familias del grupo, por lo que puede ser todos los días de la semana o sólo algunos.
   Josefina Fatur Depetris, coordinadora de Paso a Paso, sostiene que a partir de Tribilín hubo un incremento en las consultas. “A muchos les gusta que como estamos en la casa saben lo que pasa, y están más tranquilos. Pero el incremento no es sólo por eso. Las madres que traen a los chicos están tranquilas, porque pueden ver lo que pasa en todo momento”.
   Lo mismo opina Claudia Ortiz, directora de la consultora El Nido, quien considera que los jardines rodantes se dieron en paralelo con la desconfianza que los padres sienten por los establecimientos educativos. En su caso, las consultas de este año triplicaron las que recibió el año anterior.
   Esta semana continuarán las pericias realizadas a los menores que asistían a Tribilín, para comprobar –mediante juegos que los especialistas proponen a los chicos– si sufrieron maltratos psíquicos y físicos por parte de las maestras, que esta semana quedaron eximidas de prisión.


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POLI MARTÍNEZ SAGASTA - MAMÁ DE LA COLONIA BELGRANO
Estaban por llegar las vacaciones de invierno (en nuestro jardín, en vez de 2 son 3 semanas!) y junto con una amiga que es mamá de una amiguita del cole de mi hijo pensamos qué podíamos organizarles a los chicos durante esos días sin actividad. Surgió esta posibilidad (mi amiga ya conocía Paso a Paso) y la verdad que desde el primer momento sentimos la orientación y acompañamiento súper personalizado de Josefina. Todo fue muy organizado y hecho “a medida”: desde seleccionar el lugar, la presentación de las maestras a cargo, el plan de actividades y las dinámicas a seguir. Tomamos la opción de tres veces por semana en el SUM de la casa de una de nosotras y formamos un grupo de 10 amigos de sala de 3. Se combinaron muchas cosas positivas: ellos continuaron viéndose durante las vacaciones, mantuvieron cierta rutina que nos los despegó tanto del levantarse vestirse y salir a jugar, la pasaron genial en un ambiente seguro y divertido, lleno de contención y con maestras que siempre combinaron su calidez con la calidad de todo lo que le propusieron a los chicos. La experiencia superó nuestras expectativas, nos sorprendió gratamente a todas las mamás, es más: creo que se va transformar en un clásico de las vacaciones de invierno!