Cuando Ari y yo eramos novios y pensábamos en los hijos nunca “calculamos” que necesitaríamos una mano confiable para que nos ayude en el cuidado de ellos.
Con la llegada de Francisco nuestras familias accedieron a ayudarnos, pero con una fecha de caducidad. Entendimos que los abuelos son abuelos, y que ellos también tienen vida propia (algo que parece fácil de entender pero en la rutina diaria no es tan evidente).
Hace dos años empezamos a pensar qué hacer y así llegamos a Paso a Paso. Con dudas, miedos, desconfianzas…
Pero TODO se desvaneció con la llegada de Carolina.
En poco tiempo se ganó la confianza y el cariño de Francisco, logrando incluso avances en lo emocional, además del desarrollo artístico…
El año pasado la vida nos dio la sorpresa del nacimiento de Victoria. No dudamos un minuto en hacerle la nueva propuesta a Caro, ella accedió gustosa, con la condición de acompañarnos hasta mitad de año.
Hoy, nos embarcamos en una nueva búsqueda, confiados que el resultado será como mínimo el mismo.
Todavía hoy Caro nos acompaña, y ya la estamos extrañando…
Ximena D´alessandro (mamá)